Triste

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LOS PERROS VIEJOS Y ENFERMOS

Tengo en la memoria la imagen del tristemente célebre delincuente candidato , ya elegido por su partido ,a la presidencia del país ( Nada menos ! Qué terrible ! )

Triste imagen. No por desaliñado , sucio , que no le hace a la cosa , sino por su olor mental a la prisión . Su procaz promiscuidad de compartir hacinados y estrechos tugurios en la clandestinidad , en las cárceles , en la calle , al aire libre .

Por que esa argamaza hecha del hedor a orines y deposiciones incontenidas , que abroquela al apretujamiento , no se disuelve por la separación, el alejamiento uno del otro ( ni con una infinidad de baños de agua caliente ), sino que es sublimada en la memoria recurrente, silenciosa , inevitable y evitadora de una necesaria limpieza liberalizante

Es amada y venerada como un viejo abrigo.

Se reconstruye en cada abrazo.

Día tras día , y año tras año, va endureciéndo y se hace más evidente. Y enferma.

Y había una verdadera maldad en la gente de la B’ nai B’rith, mirando seriamento al perro enfermo.

Maldad ,hipocresía ,cinismo.

Por que ellos mismos son los que se dicen promotores de la decencia , y oían a un indecente .

Promotores de la moralidad , y escuchaban a un inmoral.

Promotores del respeto a la propiedad privada , y prestaron oídos a un ladrón.

Protectores de la vida , y cobijaron bajo su techo a un asesino.

Se dicen amantes de todas las libertades , y aplaudieron a un secuestrador.

Moribundo , balbuceante , afanado en simular una sapiencia al viejo estilo bolichero : impresionador , de mirada furtiva ,alevosa , variable , amenazante; desgranó disparate tras disparate.
Todos hemos visto un perro en la etapa previa a su muerte.
Aún sabiéndose perdido , con su fin allí donde termina su aliento , insistir en la viejas cosas aprendidas a los garrotazos, como si ello le significara un poco más de existencia, como si ello le permitiera burlar a la muerte ( nunca mejor recordada una frase hecha como ésa ), lamiendo la mano del que ,quizás ,lo apaleó hasta ponerlo así.
Profunda tristeza .
Ver un pobre idiota hacer gala de su estupidez , delante de gente que se le reía muy seriamente en su cara.
Se les notaba en los ojos cómo se divertian de los gestos y palabras del bufón.
Tristeza de ver un arapo de persona tratando de convencer a sus oyentes que aún és la moda.
Y por qué ponerme triste si desprecio su existencia?
No por él ,ni los infelices que morirán sin poder volver atrás para evitar lo sucedido , sino por mi . Por que puedo ver el drama de su hundimiento ,sofocado por el tiempo ,y su desesperado agitar de brazos intentando decir que es vida …y tratando de arrastrar a todos los que pueda en su desbarranque
Por mi , que siento miedo de la compasión equivocada de la gente y de su divertido e inconciente vacío.